Podemos afirmar que en nuestro país la publicidad de seguros dirigida al comprador "en directo" conlleva un engaño en cada ocasión. Grandes descuentos que se anuncian con enormes tipografías, sin aclarar mucho de qué se trata, para luego al pie, con letra minúscula (y si es posible en color gris o plateado sobre fondo blanco), el incauto consumidor de seguros tendrá la posibilidad de conocer exactamente lo que se le estaba ofreciendo.
También hemos asistido -y aun lo hacemos- al ofrecimiento de compra de autos 0 kilómetro con "seguro de regalo" o "bonificado", tal el eufemismo que por estos días se está utilizando. También conocimos los tiempos en que con la compra de un seguro se recibía un voucher para recibir un electrodoméstico o un bonito set de cualquier cosa.
A quiénes hacemos de la actividad de intermediación de seguros una profesión nos preocupa y averguenza, todo al mismo tiempo, que nuestra industria caiga en este manoseo hacia el asegurado.
Desde la Asociación Argentina de Productores Asesores de Seguros (AAPAS) se ha tomado como bandera la denuncia sistemática de estas situaciones, con la intención de ponerlas en evidencia e intentar erradicarlas de nuestro medio.
Otro tanto ocurre en España, en donde la Asociación de Usuarios, Bancos, Cajas y Seguros elaboran una serie de consejos para evitar que los desprevenidos consumidores españoles caigan en la red atrapados por las mismas telarañas que acostumbramos a ver por estos lares.
Básicamente los consejos son los siguientes:
- Antes de contratar, mirar la letra pequeña, entender bien las coberturas y no dejarse llevar por los regalos que ofrecen las aseguradoras.
- Bajo el título "No se fíe de la publicidad, luego hay sorpresas", la asociación advierte abrir los ojos, los folletos son orientativos , con información confusa y escasa.
- Antes de contratar un seguro de auto, compare las ofertas, coberturas, condiciones y precios, analice si las mismas están en función de las necesidades del usuario en cuanto a hábitos de conducción, uso del vehículo, riegos probables, etc.
- Ponerle un ojo a las garantías y servicios de las pólizas, muchas veces figuran pero luego no corresponden para la cobertura contratada o se encuentran limitadas.
Por último, ADICAE denuncia que en muchas ocasiones las entidades aseguradoras emplean un lenguaje publicitario técnico y complicado, poco asequible para los usuarios, mas adecuada a verdaderos entendidos en la materia y que no permite conocer y comprender realmente las condiciones del seguro.
Nos queda como reflexión que mucho de todo este trabajo adicional e innecesario a cargo del consumidor de seguros es suplido por la actividad profesional de un asesor en seguros, nexo insustituíble en el contrato, verdadero puente entre aseguradoras honestas y asegurados conformes.
