EDUCACIÓN VIAL :: Adolecencia y Conducción

Hoy darle el sábado a la noche la llave del auto a tu hijo adolescente encierra no sólo evaluar su grado de responsabilidad sino también haberle brindado una concientización sobre el instrumento brindado. En la Argentina, los jóvenes de 19 a 29 años constituyen el 28% de las víctimas fatales, de las cuales el 71% son varones.

Los jóvenes conductores protagonizan tres veces más accidentes que los conductores mayores. Cometen más errores que los mayores, protagonizan más accidentes vehiculares, conducen más frecuentemente a excesiva velocidad y /o alcoholizados. Muchos justifican estas conductas con razones psicológicas de su edad más que por su falta de inexperiencia a la hora de manejar el volante.

En realidad las causas de estas situaciones puede ser la combinación de “inexperiencia” con “inestabilidad emocional”.

Las actitudes que tienen la mayoria de los jóvenes conductores son, muchas veces, contrarias a la seguridad vial por diversas razones:

  • son inestables emocionalmente,.
  • rebeldes o resistentes al respeto de las normas y a la autoridad
  • muy influenciables por el grupo de pares
  • poco concientes de los riesgos de muerte

Estas conductas psicológicas son propias de su edad pero sumado al acto de conducir asumen determinados riegos como por ejemplo conducir bajo influencia de alcohol y /o drogas ilegales, no usar el cinturón de seguridad, exceder la velocidad, etc.

De este modo, los adultos pueden hacer mucho.

Desde la escuela se debe brindar educación vial a los niños y jóvenes para que sean concientes de los riesgos del sistema del tránsito y de sus responsabilidades como peatones y conductores.

En su hogar, los padres somos la base fundamental en este quehacer como sociedad, debemos ser concientes de la vulnerabilidad de nuestos hijos inmaduros y restringirles el uso del auto si no estamos seguros de su responsabilidad, especialmente para salir durante la noche y en compañía de sus amigos. Además, debemos dialogar con ellos sobre los riesgos de subir a un auto manejado por desconocidos o alcoholizados.

El enseñar a tu hijo adolescente a conducir es más que sentarte detrás del volante de tu auto. Es un proceso que empieza mucho antes, con el diálogo entre vos y tu hijo adolescente, el cuál debe ser reforzado por tu propio ejemplo.

Ayudá a tu hijo o adolescente a ser un conductor más precavido. Ayúdalos a que tengan una buena Conducta Vial. No sólo lo estás cuidando a él sino a todos.

Fuente: Sobreseguros