EDUCACIÓN VIAL :: Cinturón de Seguridad

Usar el cinturón de seguridad no es sólo cumplir una reglamentación para evitar una posible multa o advertencia policial, es tener más del doble de posibilidades de sobrevivir en un accidente de tránsito. Según nuestra ley de tránsito N° 24.449 art 40 establece la obligación del uso del cinturón de seguridad por parte de los ocupantes del vehículo. Pero a pesar de las leyes no lo utilizamos.

Existe un concepto bastante arraigado en los conductores, de que el cinturón de seguridad sólo resulta necesario en rutas o autopistas, es decir al conducir a altas velocidades. Dicho concepto es erróneo debido a que la mayoría de los choques generalmente se producen a una velocidad menor a los 40 km/h.

La mayoría de las heridas producidas por una colisión a 30 Km o 40 Km/h son el resultado de impactos contra distintos elementos como el volante, el tablero de instrumentos o el parabrisas. Esto se debe a que luego del impacto, el vehículo se desacelera inesperadamente y los ocupantes se desplazan a la misma velocidad con que se encontraban viajando. Si ninguna fuerza actúa sobre ellos para detenerlos, éstos impactarán en forma descontrolada contra cualquier elemento que encuentren en su trayectoria. Pudiendo evitarse al mantener el torso firme contra el respaldo del asiento mediante el cinturón de seguridad.

Además, el cinturón de seguridad evita que el conductor u otro ocupante salgan despedido en caso de choque o vuelco. De esta manera, permaneciendo en el vehículo tendrán una posibilidad cuatro veces mayor de sobrevivir que saliendo despedido del mismo.

Muchas personas, a pesar de esto, piensan que pueden resguardarse con sus manos en caso de un accidente o bien que no lo utilizan por temor a quedar atrapados ante un accidente. Esa idea es equivoca dado que aún a bajas velocidades las fuerzas que actúan sobre el cuerpo no se pueden contrarrestar apoyándose en las manos. A su vez, el cinturón evita que los ocupantes del vehículo sufran golpes que ocasionen desmayos o paralizarlos, pudiendo de esta forma librarse inmediatamente.

El sistema de cinturones de seguridad más utilizado es el de tres puntos ofreciendo grandes ventajas en cuanto a comodidad de uso y eficacia en la reducción de víctimas mortales. Estadísticas realizadas en diversos centros de experimentación demuestran que su correcto uso reduce en alrededor de un 80% la posibilidad de muerte o heridas graves en un accidente de tránsito.

Es relevante considerar la importancia del uso del cinturón de seguridad para los pasajeros del asiento trasero debido a que en caso de accidente, el no usarlos significa que éstos sean despedidos en forma descontrolada por el interior del habitáculo.

Debemos seguir ciertas recomendaciones de uso para lograr la máxima efectividad de estos importantes elementos de seguridad.

El cinturón no debe estar retorcido o rozando contra cantos cortantes.

La banda del cinturón no debe pasar por sobre objetos duros, ni frágiles como bolígrafos o anteojos, que ante la fuerza de la desaceleración de un impacto podrían incrustarse en el cuerpo.

Cuando en un vehículo se ha generado una colisión violenta es necesario cambiar todos los elementos vinculados al cinturón de seguridad, además de hacer comprobar el estado de los anclajes.

La banda abdominal deberá pasar a la altura de la cadera, siempre bien ceñida, y en caso necesario se debe tirar un poco de la misma para lograr su ajuste.

En los asientos delanteros, la banda del hombro se debe adaptar a la estatura del ocupante con ayuda del regulador vertical del cinturón.